viernes, 4 de mayo de 2012



Salmo 149  Exhortación, para alabar a Dios

Salmos 149: 1 Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de los santos.
2  Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de Sion se gocen en su Rey.
3  Alaben su nombre con danza; con pandero y arpa a él canten.
4  Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación.
5  Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas.
6  Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos,
7  Para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos;
8  Para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro;
9  Para ejecutar en ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos sus santos.  Aleluya.

Comentario:
Si leemos de corrido nos quedamos un poco confusos con la interpretación. Es una exhortación, un consejo a modo de reflexión para alabar a Dios en grupo (v.1) y personalmente (v.5), especialmente cuando nos vamos a la cama, una manera de eliminar de la cabeza los problemas del día y prepararnos para un amanecer nuevo lleno de energía espiritual. Es difícil poder alabar a Dios desde la cama, porque el trajín del día y las preocupaciones fueron cargando la mente con el paso de las horas  y cuando llegamos para descansar se hace difícil cantar. Debemos cantar a toda hora, es la exhortación que transmite el salmo para que de esta manera dejemos de lado los problemas y nos concentremos en Dios que todo lo puede. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31) Dios es por nosotros: al darnos su Hijo al mismo tiempo nos ha asegurado todo lo que necesitamos para pasar por esta vida y alcanzar el fin del día confiados y como última etapa la salvación final.
Nos dice el comentario de la Biblia Siglo XXI que el libro de los Salmos empezó con: “Bienaventurado el hombre” (1:1); y termina con el equivalente sostenido, de cinco partes de: "Bienaventurado sea el Señor". En estos Salmos (146-150) no hay ninguna referencia a una necesidad personal, ninguna petición, poco que pudiera llamarse una referencia histórica; todo enfoca a Dios; todo es alabanza. Pero hay una progresión paso a paso en esta alabanza.
Los favores recibidos y las victorias futuras sobre los enemigos que pudieran venir es el tema de la alabanza que se propone aquí (vs. 7-9).
Me agrada leer en los salmos la alianza que hace el escritor de la alabanza con los instrumentos escogidos y similares de la época. Dios ha hecho todo perfecto y sin los instrumentos no sería agradable la alabanza. El rey pedía tocaran el arpa para calmar sus nervios, “y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo” (1° Samuel 16:17) y los súbditos respondían.
Los israelitas hacían verdadero uso de los instrumentos musicales en el culto del templo hebreo rindiendo a Dios una alabanza ordenada (1°Corintios 14:40) y también en la forma de cómo presentarse ante Él para orar. Lo analizaremos mejor en el siguiente salmo (150).
Para finalizar diremos que este salmo se divide en dos partes bien definidas, una trata de la alabanza (vs. 1-4) y la otra del juicio (vs. 5-9). Relacionando ambos conceptos, este salmo nos enseña que el culto y la alabanza poseen un tremendo poder. Las más poderosas armas espirituales que se nos han dado a los creyentes son el culto y la alabanza, podremos ejercitar otras armas personales pero las principales se hallan dentro del culto. Así ponemos en manos de Dios la tarea de enfrentar directamente a nuestros enemigos espirituales.
Dios nos ayude a tener en mente estos conceptos para ejercer un correcto acto de adoración a Dios en y durante todas las horas del día.

Rubén Pelegrina

No hay comentarios:

Publicar un comentario