miércoles, 28 de noviembre de 2012

Efesios 2: 4-5 ¿Qué es la misericordia de Dios?

4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) 

En la oc
asión anterior meditamos en la diferencia de tener una vida sin Cristo y tener una con Cristo. En esta ocasión meditaremos un poco en Dios y el atributo misericordioso que posee y distinguiremos entre la misericordia y la gracia.
La mayoría de los chicos o adolescentes tienden a elegir a sus amigos por la cantidad de dinero que tienen sus padres. Pocos elegirían a los amigos pobres. La pobreza es un mal indicador y la riqueza es de mejor prestigio. Dios es como ese amigo rico que nosotros podemos elegir, valga el burdo ejemplo.
Hace poco meditamos un poco sobre la misericordia de Dios manifestada en el libro de Jonás, tanto para Jonás como para los ninivitas. Dios es bueno, nadie puede negarlo y es capaz de perdonar al más malo de los pecadores. En la Biblia tenemos una parábola, la del Juez injusto (Lucas 18) que dijo que por causa de la insistencia de la mujer, había decidido hacerle justicia, mostró una misericordia forzosa. No lo hizo por ser misericordioso, sino porque se sintió molesto por tanta insistencia.
En la vida hay gente mala que demuestra misericordia de vez en cuando, pero Dios es diferente, no podemos negarlo. Dios no hace acepción de personas. Es común para el ser humano que está acostumbrado al favoritismo, pensar que tal vez Dios tiene preferidos, pero Dios no actúa como hombre.
Me agrada un comentario que hace Charles H. Spurgeon en uno de sus famosos sermones y dice que una prueba de la grandiosa ternura de Dios es que se haya dignado pensar en Su criatura pecadora, el hombre.
Cuando el ser creado se estableció deliberadamente en oposición a su Creador, ese Creador pudo haberlo destruido, o haberlo abandonado a su propia suerte para que se forjara su propia destrucción, pero no lo hizo, al contrario le brindó ayuda.
La misericordia es un poco incomprensible si no le ponemos un ejemplo práctico para que se entienda. Cierta vez yo trabajaba como responsable en una pequeña obra de Dios y la mayoría de los asistentes a las reuniones no eran cristianos. Una noche uno de los hijos de un creyente se puso a molestar a todos y no dejaba escuchar al que presidía la reunión y que se entregaba con mucho esfuerzo a la tarea. Yo reprendí a este niño llevándolo fuera de la sala. Pero cuando este pequeño se encontró con su padre en la casa, le dijo que yo le había castigado. Entonces el hombre dejó de saludarme. Cierto día su camioneta se quedó sin combustible frente a mí y la única persona que podría ayudarle era yo. Decidido acudí a su necesidad y la camioneta pudo seguir viaje, el hombre no lo hubiera merecido, pero lo hice. Con este ejemplo podemos tomar idea de lo que significa la misericordia. Un regalo inmerecido para gente pecadora.
Y si cabe una pregunta para finalizar sería: ¿Cuál es la diferencia entre misericordia y gracia? La misericordia y la gracia son confundidas con frecuencia y no son lo mismo.
Respuesta: Mientras que los términos tienen significados similares, lo puedo ejemplificar así: Para sintetizar la diferencia vemos que, misericordia es que Dios no nos castigue como lo merecen nuestros pecados, y gracia es que Dios nos bendiga a pesar de que no lo merezcamos. La misericordia es la liberación del juicio y la gracia es la bondad que se extiende a quienes no la merecen. Hebreos 4:16 declara, “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Rubén Pelegrina

lunes, 19 de noviembre de 2012


Efesios 2: 1-3 Lejos de Dios

V.1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Comentario:
En el comentario anterior quedó pendiente una parte del v.1, “Y él os dio vida a vosotros”. En alguna ocasión hace muchos años, me estaba bañando en un lago y a lo lejos vi dos muchachos que nadaban para cruzar hacia el otro lado, uno de ellos levantaba la mano y se hundía. Hice lo posible por salvarle y con la ayuda de su otro compañero lo arrastramos hasta la orilla como unos cien metros. El asunto fue darle vida cuando la estaba perdiendo, pero estaba vivo. Se recuperó y volvió a su diaria ocupación.
La diferencia con el texto que ahora comentamos es que Dios es el que da la vida espiritual al que no la tiene, es como una resucitación cuando ya no hay aliento ni esperanzas.
a-    La vida sin Cristo es la vida que se vive de acuerdo con este mundo actual, con los valores del mundo. La vida con Cristo es la que se vive de acuerdo a los principios y valores de Dios.  La esencia de una persona sin Cristo es, que "conoce el precio de todo pero no su valor.  La esencia de la vida con Cristo es que conoce el valor porque al precio lo pagó Él y pone a Cristo y a los demás en el centro. Cierta vez fui a comprar un calzado y me sorprendió ver que su precio estaba alto con respecto a lo que lo había visto días antes, pero los compré igual porque conocía el valor del cuero con que estaba fabricado. Al pasar por la “caja”, me lo cobraron rebajado como lo había visto, pero si hubiese tenido que pagarlo caro no me interesaba porque conocía el valor y durabilidad del mismo.
b-    La vida sin Cristo se vive bajo los dictados del príncipe de este mundo, se lo describe como el que ejerce autoridad en el mundo espiritual de maldad, o sea, los demonios y los que están en contra de Cristo. Por el contrario la vida con Cristo se practica en forma conjunta con el dictado de Dios y Su Palabra.
c-    La vida sin Cristo se caracteriza por la desobediencia. Y la vida con Cristo se caracteriza por la disciplina bajo sus normas de conducta en obediencia.
d-    La vida sin Cristo es la que se deja dominar por el deseo. La palabra para deseo, quiere decir expresamente que el deseo de lo que se aspira está prohibido. La vida con Cristo es la que no sucumbe por el deseo sino la que se satisface entera de Dios.
Esforcémonos por vivir una vida acorde a lo que Dios manda y no a lo que el mundo vive. Un acorde musical es el que está de acuerdo con la partitura de la canción y no en acuerdo con alguien que desentona. Entonemos al estilo de Dios.

Rubén Pelegrina


Efesios 2:1  Todo lo que nos provoca el hacer cosas malas.


V.1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

Comentario:
Estar muerto en delito y pecado es tener una vida lejos, muy lejos de Dios, sin Su esencia en la vida, sin el Espíritu Santo y sin un futuro asegurado. Yo te pregunto: ¿Puede un muerto tener esperanza? ¿Puede un muerto sentir dolor? ¿Puede un muerto gustar el don del Espíritu Santo?
La mayoría de la gente que se encuentra muerta en delitos y pecados, o en transgresiones y faltas, no alcanza jamás a darse cuenta lo que significa estar vivo espiritualmente y para Dios, esa gente que vive la vida como la dicta el que gobierna el poder del aire, ese espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia y en un tiempo todos nosotros también vivimos la misma clase de vida. Pero gracias a Dios que pudimos pedir perdón, reconocernos pecadores y ser hechos “hijos de Dios”.
En cierta ocasión de mi infancia, un amigo me invitó a vivir una experiencia jugando con un sapo. Me dijo: “voy a realizar un experimento” y como niño acepté, aunque luego me arrepentí. Puso cloroformo en la boca del sapo, lo amarró de las patas panza arriba con hilos a cuatro estacas y le picaba la panza con un palito fino, a lo que el animal reaccionaba porque no tenía anestesia. Con el paso de los minutos, el animal murió por el efecto del cloroformo y ya no reaccionaba al picarle la panza. Mi amigo creía que estaba vivo, pero pensó que estaba anestesiado por el cloroformo, pero no! El sapo estaba muerto porque su corazón no latía.
Cuando el apóstol Pablo nos pone el ejemplo que andábamos como muertos, nos quiere enseñar que a un muerto no le duelen los piquetes de Satanás. Está muerto en delitos y pecados que son como el cloroformo que impide sentir el dolor, aunque sí se reacciona pero nada más que como el sapo, una pequeña resistencia y nada más.
Pablo está hablando de la vida presente. Hay tres hilos de una misma cuerda en los que el efecto del pecado es mortal.
1°) Nadie sigue siendo el mismo cuando comete un pecado, éste le destruye la inocencia, ya no se puede decir “no conozco eso”. Todo queda grabado en la mente. Esto es como si nos sajáramos la piel con una navaja cada vez que pecamos y así cada caída va dejando marcas. Al final somos un daño total y una sola cicatriz. El pecado deja una película imborrable en la memoria de nuestra mente, es como un virus troyano que afecta la mente y no se desprende de ella”.
2°) El pecado produce un encallecimiento matando las cosas excelentes de a poco. Es un proceso trágico que va provocando insensibilidad. Al principio, la persona lo considera una mala acción y hasta se horroriza; la segunda etapa llega cuando tiene la tentación de hacerlo, pero, aun cuando lo está haciendo, se siente todavía desgraciado e inquieto y muy consciente de que está mal, pero lo mismo lo hace.
3°) la tercera etapa es cuando ya hizo tantas veces lo mismo que ya lo hace sin remordimientos. Cada pecado hace más fácil el siguiente.  Esta última etapa es cuando el pecado le mata la voluntad. Veamos cómo lo hace: En un principio, uno se entrega a algún placer prohibido porque quiere probar; al final, se entrega a él porque no lo puede evitar y una vez que algo se convierte en un hábito, esto se convierte en una necesidad.
En el siguiente comentario analizaremos cómo puede surgir la vida de la muerte.

Rubén Pelegrina

jueves, 15 de noviembre de 2012


Efesios 1: 15-23 EL DIOS QUE RESPONDE EN FORMA SORPRENDENTE

15  Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,
16  no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
17  para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
18  alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
20  la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21  sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22  y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23  la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Comentario:
Me encanta buscar y rebuscar en una de las Redes Sociales, a la gente que muestra la verdadera fe en el Señor Jesús y que demuestra su amor con todos los santos por lo que publica en su espacio. Pablo no cesaba de dar gracias por esos amigos haciendo memoria de ellos en sus oraciones, aunque en dicha época no existían las Redes Sociales. Nuestro ministerio no se limita a “hacer” y “hacer” cosas en la iglesia o fuera de ella, sino también a “orar” y “orar” para que esos amigos que tenemos reciban el espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Dios. Debemos aprender a conocer el gran poder con que Dios nos ayuda en todo. No nos percatamos, pero Dios constantemente está posando sus alas sobre nosotros. Lo que pasa es que el ser humano desea hoy recibir la respuesta para ayer o ya mismo y Dios tiene otros tiempos.
Tuve una experiencia no hace mucho, en donde parecía que perdía absolutamente todo, al mejor estilo “Job” y leía y releía este bendito libro, pero no se acercaba a mis oídos una respuesta de Dios, los cielos parecían cerrados, yo veía al mundo caminar como si nada y yo sufriendo horrores, le preguntaba a Dios, ¿estás ahí? ¿Te das cuenta de lo que me está pasando? Tampoco tenía respuesta a mis consultas insistentes. Le gritaba a Dios desde mi automóvil cerrado para que la gente no me oyera, le hablaba al oído estando en la cama, le decía mis oraciones con cánticos, pero no tenía respuesta. Un día domingo mientras me hallaba escribiendo sin pensar en dicho problema, sonó el teléfono y de un minuto para otro Dios estaba contestando todo lo que yo necesitaba para salir del horror. Me pregunté: ¿Será esta la respuesta de Dios o estaré soñando? Al finalizar el llamado telefónico me dije: “no despiertes Rubén, por lo menos mientras dure el sueño cree que es Dios”. Pero pasaron días y si era Dios, a través de una persona que yo oraba a diario, se reveló y dio término al horror que tenía. Parecía que el cielo se abría y el mismo Dios me hablaba al oído lo que hubiera querido escuchar antes.
El secreto se encuentra en orar por los hermanos y parientes y tener paciencia. La paciencia obra frutos de justicia y la oración obra milagros que descienden de Dios al tiempo correcto.
V.19 y siguientes, Pablo pedía que Dios ilumine a sus hermanos con entendimiento para que vean su verdad y sepan lo que tiene preparado para sus escogidos. Entonces ellos podrían participar de las ricas y abundantes bendiciones que él ha prometido a su pueblo santo. Verían también lo grande que es el poder que Dios da a los que creen en él. Es el mismo gran poder con el que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos y le dio el derecho de sentarse a su lado en el cielo. Dios ha puesto a Cristo por encima de cualquier autoridad, poder, gobierno o dominio, tanto de este mundo como del que está por venir. Dios puso todo bajo el mando de Cristo y lo escogió como máxima autoridad de todo para bien de la iglesia. "Cristo llena todo con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es." ¿Cómo entonces no orar con fe y tener paciencia? Te invito a hacerlo y verás la gloria de Dios

Rubén Pelegrina 

Efesios 1:12-14   Todos somos diferentes pero para gloria de Dios.

V.12 A fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
V.13  En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
V.14  que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

Comentario:
Esta mañana en mi devocional meditaba en ese texto que dice que una es la gloria de la luna y otra la de las estrellas. Cada persona tiene su propia gloria que debe ser un fruto de alabanza a Dios en la diferencia particular de cada uno. Aquí en Efesios nos da Pablo el primer ejemplo de la unidad que trajo Cristo. Cuando habla de nosotros quiere decir su propia nación, los judíos; cuando habla de vosotros, quiere decir los gentiles a los que se dirige; y cuando, en la última frase, dice nosotros, está pensando en los judíos y los gentiles juntos. “Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria” (1° Cor15:41). En este otro pasaje que yo empleo para comparar, Pablo viene diciendo que todos tenemos cuerpos distintos y cada uno es diferente del otro. A cada semilla Dios le da el cuerpo que él quiere darle. No todos los cuerpos son iguales. Los seres humanos tenemos una clase de cuerpo, y los animales tienen otra clase. Lo mismo pasa con los pájaros y los peces. Hay también cuerpos que viven en el cielo, y cuerpos que viven en la tierra. La belleza de los cuerpos del cielo no es como la de los cuerpos de la tierra. El brillo del sol no es como el de la luna y las estrellas, y aun cada una de las estrellas tiene un brillo distinto.  Así pasará cuando los muertos vuelvan a la vida, habiendo sido todos diferentes en la tierra y estando unidos en perfecta unidad, en la gloria no habrá desigualdades.
Cuando alguien muere, se entierra su cuerpo, y ese cuerpo se vuelve feo y débil. Pero cuando esa persona vuelva a la vida, su cuerpo será hermoso y fuerte, y no volverá a morir, “a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo”. Al unirnos con Cristo estamos predestinados a convertirnos en trofeos de la gracia de Dios que provocan alabanza a Dios por parte de la creación.
No nos quejemos de lo que somos o tenemos, seamos para alabanza de su gloria, algunos son altos y otros bajos, unos blancos y otros morenos, pero todos somos creación del Dios único que nos puso para traer bendición al prójimo y alabanza para Él.
Rubén Pelegrina. 

Efesios 1: 9-11    El Dios Misterioso que favorece

V.9  Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
V.10  de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
V.11  En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

Comentario:

V.9 “Dándonos a conocer el misterio de su voluntad”. Muchas veces hemos leído esta frase, sin entenderla o sin saber a qué se refiere.
En Colosenses, en Efesios, y en un versículo al final de Romanos se nos habla del misterio de Dios, y se nos dice que ese misterio estuvo escondido desde los siglos y edades.
Cuando Cristo vino, nos ha dado a conocer su plan secreto. Esto fue lo que con gusto Dios quiso hacer por medio de Él (Cristo). El misterio es el propósito de redención, el sacrificio de su propio hijo para salvarnos, que hasta que Cristo vino estaba escondido en sus consejos como misterio, pero que ahora era revelado para la humanidad. Su plan para el mundo no se comprendería por completo hasta que Cristo resucitara, y así fue.
V.10 “Reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos”. Cuando llegue el momento preciso, Dios completará su plan y reunirá todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, y al frente de ellas pondrá como jefe a Cristo. La voluntad de Dios, es llenarlo todo de Cristo, desde lo más grande hasta lo más pequeño.
V.11 “Habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”. El propósito de Dios fue y es ofrecer la salvación a todo el mundo, tal como lo planeó desde antes de hacer el mundo. Dios es soberano, Él tiene el control. Mi hermano, cuando tu vida parezca caótica, desarmarse o desintegrarse, descanse en esta verdad: Jesucristo es el Señor y Dios tiene el control de todo absolutamente. Su propósito para salvarte no puede frustrarse, no importa lo que Satanás pretenda hacer contigo, tenemos protección.
Fue en Cristo que se nos asignó nuestra porción en este esquema que estaba ya preparado, por eso debemos ser agradecidos totalmente.

Rubén Pelegrina

lunes, 5 de noviembre de 2012

Efesios 1: 7-8 Pecados vergonzosos liberados.

V.7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
V.8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 

Comentario:
Deseo explicar “redención por su sangre, el perdón de pecados”. ¿A qué se refiere? Los conocedores o más viejos en las Escrituras lo podríamos explicar, pero qué de los nuevos?
Muchos piensan que la Biblia es un libro complicado, desfasado o incomprensible. Quizás apenas le han echado una mirada. Tal vez esas personas asocian este Libro a quienes se dicen ser cristianos. Por ello miran la Biblia con recelo, desconfían de todo lo que lleva el nombre de cristiano.
Sin embargo, la Biblia es el mensaje actual de un Dios que nos ama y que dio a su hijo para redimirnos, tema que nos ocupa hoy, la Biblia es un alimento maravilloso para el alma en tiempos de crisis, pruebas, dificultades y también tiempos buenos, un guía seguro e infalible para revelarnos a Dios a través de un hombre: Jesucristo. Desde la primera línea la Biblia anuncia a los hombres una gran y tranquilizadora noticia: No estamos solos en la inmensidad del Universo. Dios existe, es el autor de toda la creación y ama profundamente al ser humano, a pesar de sus desvíos.
Frente a sí mismo y a sus problemas, el hombre mide su impotencia y la profundidad de su soledad, sin considerar al Dios que todo lo puede. La vanidad de los propios esfuerzos del ser humano, la insuficiencia de su voluntad y la fragilidad de su condición se revelan cada día un poco más.
Desglosaremos lo que Dios hizo para sacarnos de ese abismo de perdición.
Es en Cristo que el ser humano encuentra la solución a su vida de pecado. ¿Qué sería de la humanidad si Jesús no hubiera venido a esta tierra y dado su vida en una cruz por cada ser humano? Solo en el sacrificio de Jesús se puede hallar perdón de pecados. ¿Qué sería de la humanidad si todos acudirían al Señor Jesús para perdón de sus pecados? Muchas cosas cambiarían para bienestar de todos nosotros.
La palabra "redención" viene de "redemptio" que significa "re-compra, rescate". Liberación de una obligación, un trabajo, una situación desfavorable o de un dolor.
La redención está relacionada a la salvación o liberación que Dios ofrece a su pueblo. El ejemplo más destacado de redención es la liberación que tuvo Israel de la esclavitud en Egipto. La redención señala el resultado del acto libertador de Jesús al derramar su sangre, dando su vida en una cruz por el pecador esclavizado.
La redención se refiere tanto al sacrificio de Jesús, como al resultado de su sacrificio.
En el Cristo tenemos el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. La medida de la redención se expresada según las riquezas de su gracia. Esto significa que la gracia de Dios es de incalculable valor, imaginemos todo lo que podamos en riquezas y eso sería nada comparado, es tan abundante, tan amplia que es más que suficiente, y que no depende de ningún mérito humano, nadie se la merece.
Esta gracia divina es la que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia. La palabra sobreabundar sugiere una cantidad extraordinaria obrando en nosotros y que resulta en toda sabiduría y entendimiento que nos capacita para entender el propósito de Dios para nuestras vidas, para vivir de acuerdo a su voluntad.
El hombre era y es incapaz de liberarse por sí mismo, y jamás hubiera podido ni puede pagar por sus propios medios. El hombre es liberado de su pecado al aceptar el sacrificio de Jesús en la cruz.

Rubén Pelegrina