Salmo 123 Petición ansiosa de protección divina en medio de la aflicción.
Salmos 123: 1-4 A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.
2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
3 Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros, porque estamos muy hastiados de menosprecio.
4 Hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del menosprecio de los soberbios.
Comentario:
Este salmo expresa el sentir que el pueblo de Dios tiene en muchas ocasiones especialmente los que han estado sufriendo burla y desprecio de sus enemigos. A los judíos, al regreso del destierro, los vecinos paganos los hacían verse humillados y despreciados.
Siempre Dios está consciente de las burlas que sus hijos sufren y siempre podemos pedirle socorro.
Vs. 1-2 Al principio levanta la mirada a Dios; reconociendo su grandeza, majestad y señorío.
Alzar los ojos cerrados es una visualización llena de imaginación de lo que Dios es y puede hacer basado en lo que ya hizo en la vida pasada. Cuando el ser humano visualiza, mira algo conocido y cuando imagina ve algo que no conoce pero que ansía tener. Pero el salmista alza sus ojos bien abiertos, en pleno reconocimiento de Su grandeza y disposición al socorro mirando la mano de Dios.
Alzar los ojos a los cielos es ver todo lo que podemos ver a través de lo conocido por Su Palabra o por la experiencia, e imaginar también que Dios ya está obrando y que su mano se está moviendo.
Para entender el salmo debemos remitirnos a la vieja cultura hebrea.
En el oriente, a los siervos que atendían a sus amos, se les dirigía casi enteramente por señales, lo que requería que prestaran la mayor atención a las manos de éstos. Los siervos de Dios deben aprender a mirar la mano de Dios que dirige y señala la tarea y esperar que Su mano providente, nos dé la porción en el tiempo oportuno. “Mirar la mano del amo” es una figura gráfica de esta dependencia de Dios. La expresión, “la mano de Dios” se usa varias veces en Esdras y en Nehemías (Esdras 7:6, 9, 28; Esdras 8:18, 22 “la mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan”, v.31 y Nehemías 2:8,18).
Vs 3-4 Se habla del menosprecio y escarnio que sufrían, que son una forma de persecución y una opresión para que se sintieran mal. Las palabras de menosprecio y escarnio hieren a veces nuestros sentimientos más que las heridas físicas que pudieran hacernos en la carne.
En todas las épocas los siervos de Dios lo han sufrido frente a los que no se someten al señorío divino, burlas diversas y deshonras que tratan de bajar el ánimo. El salmista con el pueblo piden compasión, que Dios intervenga y que haga algo para aliviarles del escarnio.
Es nuestro deber pedir por todos los que hoy sufren la mentira y la maldad, por los humillados, los marginados, que Dios manifieste su bondad.
Rubén Pelegrina
GRACIAS.
ResponderEliminarGRACIAS
ResponderEliminarAmén. .. Gracias. .
ResponderEliminarGracias Dios ha hablado a mi vida atraves de este salmo
ResponderEliminarQue hermoso es saber como la mano de tu señor te hace señas para bendecirte y la vez para guiarte y que hacer en tu vida ,solo obedeciendo y confiando en EL.
ResponderEliminarSeñor te pido perdón por dudar de ti, por querer las cosas a mi manera y en mi tiempo siendo que que tú señor nunca me has abandonado y yo muchas veces me fui de tu lado y con todo eso me recibes con los brazos abiertos y un fuerte abrazo 🙏😢😢😢
ResponderEliminarAmén
EliminarAlabado sea Dios amén siervo
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