Efesios 1:1-4 Bendiciones que se adjudican a un cristiano
V.1 Pablo, apóstol
de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús
que están en Efeso:
Comentario:
Todas las cartas
escritas en la historia mayormente comienzan con un destinatario y un saludo o
buenos deseos. Pablo no se queda atrás y es muy ambicioso y lleno de buenos
deseos.
Él escribió esta
carta a la iglesia de Efeso pero también a todos los creyentes, y a los lectores
con mente fértil a fin de darnos una enseñanza profunda para mantener la unidad
de la iglesia. Quiso que corriera esta importante información en forma escrita
porque él estaba preso y no podía
visitar las iglesias personalmente.
Comienza declarando
las bendiciones espirituales que posee en Cristo toda persona que anda en sus
caminos.
Pablo no era un
novato al escribir esto, tenía casi 30 años de haber conocido a Dios, una vasta
experiencia en viajes por diferentes países y fundador de iglesias alrededor
del Mar Mediterráneo.
Para hablar con
autoridad debemos tener un aval que garantice nuestras palabras. Pablo era un
imitador de Dios y se ponía como ejemplo para que los creyentes lo imitaran a él,
como él imitaba a Cristo. El respaldo que tenía no era de ningún hermano ni de
alguien en especial, institución o iglesia, su apoyo venía directo de Dios. Si
nosotros en esta ocasión, al leer estos textos nos quedáramos solo con imitar
su vida, ya es más que suficiente. 1°Corintios 11:1 “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”.
Un imitador de Dios
es uno llamado “santo” (v.1) “…a los santos y fieles en Cristo Jesús”, que describe
un estado de separación del ser humano y nunca un simple título religioso. Son
llamados así los que han sido apartados par Dios o hechos santos mediante la
salvación.
“Fieles” es la otra característica
que poseen los imitadores. Los que no son fieles no son santos, no creen en
Cristo ni son auténticos con la profesión que hacen de su relación con el
Señor. Por lo tanto si has dejado de congregarte o divagas durante el día con
pensamientos oscuros, analiza tu santidad y encamínate por la senda de la
fidelidad. Al igual que ocurre en un matrimonio, cuando uno de los dos ya no
quiere permanecer fiel al otro, debe analizar el grado de comunión que tiene
con su pareja. Santos y fieles es el reto en este momento, antes de avanzar
para nutrirnos de las enseñanzas de Efesios.
Rubén Pelegrina
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