Salmo 149 Exhortación,
para alabar a Dios
Salmos 149: 1 Cantad a Jehová cántico nuevo;
su alabanza sea en la congregación de los santos.
2 Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de
Sion se gocen en su Rey.
3 Alaben su nombre con danza; con pandero y
arpa a él canten.
4 Porque Jehová tiene contentamiento en su
pueblo; hermoseará a los humildes con la salvación.
5 Regocíjense los santos por su gloria, y
canten aun sobre sus camas.
6 Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas
de dos filos en sus manos,
7 Para ejecutar venganza entre las naciones, y
castigo entre los pueblos;
8 Para aprisionar a sus reyes con grillos, y a
sus nobles con cadenas de hierro;
9 Para ejecutar en ellos el juicio decretado;
gloria será esto para todos sus santos.
Aleluya.
Comentario:
Si leemos de corrido nos quedamos un poco
confusos con la interpretación. Es una exhortación, un consejo a modo de
reflexión para alabar a Dios en grupo (v.1) y personalmente (v.5),
especialmente cuando nos vamos a la cama, una manera de eliminar de la cabeza
los problemas del día y prepararnos para un amanecer nuevo lleno de energía
espiritual. Es difícil poder alabar a Dios desde la cama, porque el trajín del
día y las preocupaciones fueron cargando la mente con el paso de las horas y cuando llegamos para descansar se hace
difícil cantar. Debemos cantar a toda hora, es la exhortación que transmite el
salmo para que de esta manera dejemos de lado los problemas y nos concentremos
en Dios que todo lo puede. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31) Dios
es por nosotros: al darnos su Hijo al mismo tiempo nos ha asegurado todo
lo que necesitamos para pasar por esta vida y alcanzar el fin del día confiados
y como última etapa la salvación final.
Nos dice el comentario de la Biblia Siglo
XXI que el libro de los Salmos empezó con: “Bienaventurado el hombre” (1:1);
y termina con el equivalente sostenido, de cinco partes de: "Bienaventurado sea el Señor".
En estos Salmos (146-150) no hay ninguna referencia a una necesidad personal,
ninguna petición, poco que pudiera llamarse una referencia histórica; todo
enfoca a Dios; todo es alabanza. Pero hay una progresión paso a paso en esta
alabanza.
Los favores recibidos y las victorias
futuras sobre los enemigos que pudieran venir es el tema de la alabanza que se
propone aquí (vs. 7-9).
Me agrada leer en los salmos la alianza que
hace el escritor de la alabanza con los instrumentos escogidos y similares de
la época. Dios ha hecho todo perfecto y sin los instrumentos no sería agradable
la alabanza. El rey pedía tocaran el arpa para calmar sus nervios, “y Saúl respondió a sus criados: Buscadme,
pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo” (1° Samuel 16:17) y los súbditos
respondían.
Los israelitas hacían verdadero uso de los
instrumentos musicales en el culto del templo hebreo rindiendo a Dios una
alabanza ordenada (1°Corintios 14:40) y también en la forma de cómo presentarse
ante Él para orar. Lo analizaremos mejor en el siguiente salmo (150).
Para finalizar diremos
que este salmo se divide en dos partes bien definidas, una trata de la alabanza (vs. 1-4) y la otra del juicio (vs. 5-9). Relacionando ambos conceptos, este salmo nos
enseña que el culto y la alabanza poseen un tremendo poder. Las más poderosas
armas espirituales que se nos han dado a los creyentes son el culto y la
alabanza, podremos ejercitar otras armas personales pero las principales se
hallan dentro del culto. Así ponemos en manos de Dios la tarea de enfrentar
directamente a nuestros enemigos espirituales.
Dios nos ayude a tener en mente estos
conceptos para ejercer un correcto acto de adoración a Dios en y durante todas las
horas del día.
Rubén Pelegrina
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