Salmos 129: 1-8 Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel;
2 Mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí.
3 Sobre mis espaldas araron los aradores; hicieron largos surcos.
4 Jehová es justo; cortó las coyundas de los impíos.
5 Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.
6 Serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca;
7 De la cual no llenó el segador su mano, ni sus brazos el que hace gavillas.
8 Ni dijeron los que pasaban: bendición de Jehová sea sobre vosotros; Os bendecimos en el nombre de Jehová.
Comentario:
Mientras los peregrinos subían al monte de Sión en las tres festividades anuales cantaban también este salmo que habla bastante de sufrimientos. Mientras el Salmo 128 da un cuadro de prosperidad, el 129 nos muestra que también el pueblo de Dios sufre.
Leyendo el salmo podemos recordar tantas cosas de las que el Señor nos ha sacado, momentos increíbles de aprietos y problemas, momentos difíciles, con familiares, amigos, compañeros de trabajo, jefes, empleados, falsos hermanos, pero el Señor siempre ha sido el ánimo, la inspiración y la fortaleza para seguir adelante y no rendirnos, Él y solo por Él, tantas veces hemos salido adelante! Cuando recuerdo momentos que parecían tan oprimentes en mi vida, que preguntaba a Dios, ¿hasta cuándo? O le decía: ¡ya no más por favor, ya no más…! Inmediatamente contestó y ahora puedo decir con el salmista: “eso no prevaleció contra mí” (v.2).
El pueblo de Israel falló muchísimas veces buscando en la idolatría una forma más liviana de vivir, el Señor siempre los perdonó. Y esto es lo que va mencionando el salmista acá, viendo que a través de todo la mano del Señor siempre ha estado con su pueblo, pues el Señor es fiel y justo a pesar que nosotros le hagamos mal (v.4).
La metáfora, “cortó las coyundas o cuerdas…” puede tener doble significado. Por un lado señala que Dios liberó a los oprimidos, como el buey es librado cuando se cortan las cuerdas del arado. Las coyundas eran las correas que mantenían al buey unido al arado, mostrando que el Señor corto las ataduras con los impíos, los mismos que oprimieron y persiguieron a Israel.
Pero una segunda acepción señala que Dios cortó el poder de los angustiadores. Tanto el poder que provoca angustia, como el que provoca dolor físico son cortados.
La imagen de “arar sobre las espaldas” indica sufrimiento horrible, es una figura del azote o castigo físico (v.3). Jesús antes de su muerte soportó los horribles azotes del látigo de sus atormentadores, que laceraron su espalda (Juan 19:1). “Y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53: 4-5)
En el v.6 y hasta el final coloca un cuadro triste para la persona mala, será como una plantita que crece en una grieta del techo donde por falta de tierra apenas nace, muere. No da fruto y nadie puede fijarse en él. Y nada de lo que haga prosperará o será provechoso pues aborrece al mismo Dios y no bebe de la fuente de agua viva.
La figura de los que aborrecen a Dios es significativa, terminarán siendo transitorios (v.6), no tendrán éxito (v.7), no tendrán amigos y serán excluidos de la comunidad bendecida. Entonces nos alegramos porque no hay nada ni nadie que pueda atacar a un protegido hijo de Dios, “mas no prevalecieron contra mi” (v.2).
Rubén Pelegrina
Una reflexión bastante clara, que nos pone a profundizar en la misericordia y el cuidado que el Señor siempre tiene en nuestras vidas.
ResponderEliminargracias y que Dios le continue bendiciendo
Tremendo salmo Gracias mí Dios por tu infinita misericordia y gran amor, sos todo lo que necesita Jesús no mas.
ResponderEliminaramen
ResponderEliminarAmén...
ResponderEliminarmuy buena reflexion gracias por compartir que El Eterno y GRAN Sabio Dios les siga bendiciendo
ResponderEliminarme encanto, yo esto pasando por un momento asi, en que me senti amenazada por mi enemiga y hoy Dios me hablo mediante este salmo, y fue tan lindo y vi este hermoso comentario, que me dio alegria paa, y confirmo una vez mas su promesa hacia mi, muchas gracias.
ResponderEliminarAmen y gloria a nuestro creador.
ResponderEliminarExcelente Reflexión,Dios nos fortalezca cada día.
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