miércoles, 14 de septiembre de 2011

Salmo 119 La excelencia de la Palabra de Dios (18° Parte)

Salmos 119:137-144  Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.
138  Tus testimonios, que has recomendado, son rectos y muy fieles.
139  Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140  Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo.
141  Pequeño soy yo, y desechado, más no me he olvidado de tus mandamientos.
142  Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad.
143  Aflicción y angustia se han apoderado de mí, mas tus mandamientos fueron mi delicia.
144  Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré. Tsade

Comentario:
Para entender cabalmente este párrafo es necesario conocer algo del idioma o cultura hebrea. El salmista hace hincapié en la justicia de Dios, que en el AT enfatiza la rectitud de Dios y su justa acción, “de acuerdo con su propia rectitud”. El salmista muestra el contraste entre la perfecta justicia de Dios y la de los enemigos que  se olvidan Sus palabras, los oidores olvidadizos.  También muestra el contraste entre su propia pequeñez (v. 141) y la maravilla de estar relacionado con un Dios tan grande justo y perfecto. Esto es como una paradoja, los piadosos, si bien son despreciados por los hombres, son distinguidos en los ojos de Dios por el respeto que tienen para la ley de Dios.
La justicia hoy es un valor determinado por la sociedad y no por Dios. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre los hombres y se creó un conjunto de reglas y normas humanas que establecen un marco que parece adecuado, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones y esto nada tiene que ver con lo que Dios dice y manda.
Aprovecharé la situación que nos brinda el pasaje para explicar algunos puntos importantes sobre la justicia de Dios.
La palabra justicia significa: Dar a cada quien lo que le corresponde. Muchas personas creen que la justicia de Dios consiste en que recibirían el apoyo de Dios en sus conflictos. Y la expresión de moda es “Dios es justo”, indicando que Dios castigará a sus enemigos.
Debemos tomar en cuenta cual es la visión general de Dios al manejar su justicia. Su Palabra nos dice: Mateo 5:45 “para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos”. Partiendo de esta base, Dios hace justicia dándole a cada quien su recompensa o su paga. La justicia de Dios está basada en sus propias leyes y no en lo que a nosotros nos parece justo, y todo lo que Dios ha dicho es una ley y nadie la puede contradecir sin caer en desobediencia y recibir su castigo. Sólo Dios puede juzgarnos. Nosotros no vemos nada más que las acciones exteriores de alguna persona; sólo Dios ve los secretos del corazón. Hay muchas personas que exteriormente son un modelo de rectitud y humanamente son declaradas justas, pero en sus pensamientos íntimos son culpables delante de Dios y ahí es cuando Dios analiza y ejerce Su justicia. Y hay otras muchas personas que puedan ser declaradas  culpables en juicio humano que juzga las cosas externas, pero ante la mirada penetrante y escrutadora de Dios no lo son.
Por esta razón concluyo con las palabras del v. 144  “Tus estatutos son siempre justos; dame entendimiento para poder vivir”.
Rubén Pelegrina

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